Virginia Hilaquita

Vicepresidenta de RedBol, La Paz

Soy vicepresidenta de la RedBol, una organización de base comunitaria, organizada a nivel nacional. No todas las personas que tienen VIH forman parte o quieren formar parte de nuestra institución porque aún sienten el peso del estigma.

Tenemos sedes en todos los departamentos de Bolivia y durante la cuarentena nuestras coordinaciones y actividades se vieron incrementadas, por lo que redoblamos esfuerzos con el fin de atender las solicitudes que surgieron de todas las personas que forman parte de la red. Uno de estos requerimientos fue gestionar que se realicen las pruebas para carga viral y recuento de CD4 (linfocitos que ayudan al sistema inmunitario a combatir infecciones). En mi caso, por ejemplo, no tengo mi prueba de carga viral desde abril del 2019, no sé cuánto tengo del virus, espero que sea indetectable.

Tengo una compañera que tiene una carga viral de un millón y tantos y no hace mucho su carga era indetectable. Ella está en una situación de riesgo alto de llegar a sida. Lastimosamente, no comprende bien qué es la carga viral y la importancia de que este valor se mantenga bajo. Para ayudarla suelo hacerle un seguimiento a los resultados de sus laboratorios. Ella me lee las cifras y yo trato de orientarla, pero en esta temporada de pandemia no pudo realizarse estos controles.

Por otra parte, en este tiempo hemos notado que muchos compañeros que habían dejado el tratamiento han decidido tomar sus medicamentos porque se vieron susceptibles frente a la COVID-19, al ver que tienen una enfermedad de base crónica.