Wilmar Montaño

Red de Hombres Gay y Bisexuales Positivos de Bolivia, Santa Cruz

Vivo en el Plan Tres Mil, en Santa Cruz de la Sierra. Soy parte de la Red de Hombres Gay y Bisexuales Positivos de Bolivia. Durante el primer mes de confinamiento no había forma de ir hasta los centros para recoger nuestros medicamentos. Algunas personas vivimos en zonas alejadas y era imposible movilizarse con tantas restricciones, además de que corríamos el riesgo de contagiarnos con el coronavirus. Desde nuestras organizaciones nos organizamos y conseguimos que se dispongan algunos vehículos del Programa para VIH para la distribución de medicinas, pero no se puede llegar a todos los compañeros.

Tengo mucho miedo sobre lo que me pueda pasar en medio de la pandemia, no he salido de mi casa para nada. Soy portador del VIH, pero también tengo otras patologías, entonces me da un poquito de pánico salir. Gracias a Dios soy diseñador gráfico y trabajo desde casa. No es mucho lo que gano, pero sí estoy trabajando.

Nos hace falta alimentación. Es importante para toda la gente que vive con VIH estar bien alimentados para tener bien las defensas. Las canastas del gobierno que hemos recibido no aguantaron casi nada. No da para vivir tanto tiempo confinado con 500 bolivianos (unos 72 dólares al cambio). Mi mamá vende cenas en la noche y con eso nos estamos apoyando un poco.

Hemos pedido a las autoridades que nos apoyen con canastas familiares, pero no nos respondieron. Hay compañeras y compañeros que son de escasos recursos y la están pasando muy mal porque no pueden trabajar.