Entre 2017 y 2019 Bolivia invirtió más de tres millones de dólares en la compra de medicamentos antirretrovirales (ARV) para las 22.000 personas que viven con el virus de la inmunodeficiencia humana en el país, consiguiendo una de las mejores coberturas médicas de la región.

En 2020 y con la pandemia se ha registrado falta de atención médica en diversos centros especializados para pacientes seropositivos, acceso limitado a su medicinas y retrasos en la realización de pruebas de control.

De las compras de ARV en el período analizado, el 100% de las adquisiciones fueron hechas por medio de proveedores internacionales, lo cual le permite a Bolivia adquirir sus medicamentos a un costo relativamente bajo en comparación con otros países.

Sin embargo, el hecho de que todas sus compras sean a través de proveedores internacionales requiere de una muy buena planificación de compras para evitar desabastecimiento, ya que se depende únicamente de dos proveedores, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para primera y segunda línea y Aid for AIDS para el tratamiento de tercera línea.

El país ha adquirido 22 antirretrovirales en 90 compras. La gran mayoría de sus esquema de tratamiento se apegan a los recomendados por la OPS, con esta estrategia consigue que sus costos de adquisición sean los más bajos de los países analizados para esta edición de VivirConVIH.org.

El único medicamento que no está recomendado por la OPS es el Raltegravir que se consigue a través de Aid for AIDS con un costo de 239.93 dolares. Si bien es un precio competitivo si lo comparamos con los otros dos países que lo compran, Costa Rica y Perú, el precio de referencia es de 69.38 según Médicos sin Fronteras.

Siendo el país, de los seis analizados, que compra de forma más eficiente, Bolivia, debería iniciar un proceso para fortalecer la producción local de medicamentos ARV a precios competitivos para fortalecer su seguridad médica y evitar problemas en la cadena de subministro.

Así mismo también debe fomentar la transparencia y rendición de cuentas en todo el proceso para promoveer la participación ciudadana y seguir mejorando el Derecho a la Salud de la ciudadanía.

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